abierto. Con ‡rboles separados unos de los otros. Y casi ningœn insecto para jorobarme. Despacito me fui sacando las manos de los ojos, para ver si los jejenes se hab’an ido de verdad. Parec’a que s’. El mono barrigudo me acompa–aba a cierta distancia. Vi una cosa que me dej— contento al mismo tiempo que o’ un ruido que me hizo morir de miedo. Lo que vi: una especie de casa entre los ‡rboles. Parec’a un poco escondida. Y lo que escuchŽ: pasos. Detr‡s de los m’os, s—lo que m‡s pesados. Que pararon cuando yo parŽ. Me estaban siguiendo. ÀMirar hacia atr‡s? ÀY la valent’a? ÀIr hacia la casa? Era mejor. El mono barrigudo hizo m‡s ruido.
ParecΓÇÖa que estaba asustado. Di otros pasos. OΓÇÖ los pasos de nuevo. Par┼╜. Despacito di vuelta la